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Cada mañana, dándole la bienvenida al mundo, los maravillosos lotos se abren. Cada uno es majestuoso y singular: blanco, rosa, rojo, amarillo o azul.
El Lago Mágico se deleita reflejándose en su agua.
Érase una vez, algo muy especial sucedió en este lago…
"Mis queridos hijos, ahora que ya han madurado es la hora de comenzar su camino. Les espera un viaje difícil y peligroso. Pero al final, cada uno podrá convertirse en seres tan bellos como los habitantes de nuestro mundo. Sin embargo, no todos podrán completar su viaje hasta el final y regresar a casa.
Así que escuchadme con mucha atención, porque esta antigua enseñanza se ha legado de generación en generación…
VERDAD
BENEVOLENCIA
TOLERANCIA
Una de las semillas iba de prisa, más rápido que las demás. Estaba maravillada: "¿Por qué la Gran Flor de Loto Blanco dijo que el viaje sería difícil? El agua es clara y transparente, ¡hasta puede verse el sol!".
Pequeña Semilla era demasiado inocente para saber que es mucho más fácil caer que subir.
Mientras más profundo se hundía, más oscuras se volvían las aguas, hasta que se mezclaban más y más con el barro y la suciedad. "¡Oh – oh – oh! No puedo ver casi nada aquí!", exclamó la semilla. Y continuó cayendo más y más profundo, hasta el fondo del barro, hasta que al final la caída se detuvo.
"¿A dónde debo ir ahora? ¿Qué debo hacer? ¿Dónde está mi casa? ¿Cómo puedo regresar?".
A respuesta de sus preguntas, Pequeña Semilla escuchó unos pasos desprolijos y pesados; era algo de cuerpo largo y oscuro que se acercaba rápidamente. Pronto lo pudo ver: era un cocodrilo enorme. En la espalda, el monstruo tenía escrito su nombre, pero en la oscuridad era imposible leerlo.
"Pequeña Semilla, Pequeña Semilla", chilló el monstruo. "Te he estado esperando. Una nueva vida te aguarda y estoy dispuesto a darte un consejo muy valioso".
Llena de miedo, Pequeña Semilla pensó: "Tal vez así deberían ser las cosas. ¿De qué otra manera se puede sobrevivir en un lugar tan horrible?".
Pero, de repente, la semilla recordó las palabras de la Gran Flor de Loto Blanco y comenzó a reflexionar: "Si sigo el consejo del monstruo, me quedaré por siempre en este lugar sucio y pronto me convertiré también en un monstruo horrible".
Entonces ya no habría sido posible volver y convertirse en una hermosa flor del Lago Mágico.
"¡Hay una salida para cada situación! Hay una salida para cada situación", la semilla repetía una y otra vez, hasta que, de repente, recordó los Tres Tesoros, el gran secreto de la Gran Flor de Loto Blanco:
VERDAD
BENEVOLENCIA
TOLERANCIA
Y entonces, ¡ocurrió un milagro!
En el instante en que Pequeña Semilla se negó a aceptar el malvado consejo, un resplandor luminoso de BENEVOLENCIA la envolvió, y como una estrella brillante, iluminó todo a su alrededor.
La semilla logró ver el nombre en la espalda del monstruo: “Maldad”.
Un poder inmenso impulsó a Pequeña Semilla hacia arriba, como si estuviera en un columpio gigante.
También era más fácil respirar.
Pequeña Semilla miró a su alrededor y se dio cuenta: "¡Sí! ¡Tengo dos pétalos! ¡Vaya! ¡Me estoy convirtiendo en una flor de verdad!".
Pero aún era demasiado pronto para alegrarse…
La semilla se quedó boquiabierta ante la horrible criatura que decía cosas tan extrañas. Era muy diferente a lo que la Gran Flor de Loto Blanco les había enseñado.
En ese momento, la VERDAD brilló como un faro. Un velo protector envolvió a Pequeña Semilla y la empujó con fuerza hacia arriba. En la espalda del sapo verrugoso estaba escrito “Mentira”.
Esta vez, Pequeña Semilla se encontró en un mundo turbio, pero felizmente ¡pudo mover sus seis pétalos! "¡Sí! ¡Sí! Mis pétalos se han multiplicado tres veces!". Porque con cada victoria se hacía más fuerte. En algún lugar por encima de ella ya se podían ver los rayos del sol, pero las pruebas aún no habían terminado…
El gusano no era tan poderoso como los malvados habitantes de los otros mundos, pero sí más astuto. Habló con una voz ingrata: "Tienes suerte, Pequeña Flor de Loto, ahora puedes ser llamada así y con razón. En nuestro mundo de paz no hay viento y no es tan oscuro. Las reglas son simples y fáciles:
Primero, si no quieres hacer algo, entonces no lo hagas – no aprendas ni hagas grandes esfuerzos – nosotros evitamos las dificultades.
Segundo, no necesitamos amigos, porque si tienes amigos tienes que soportar su mal humor, o ayudarlos en situaciones difíciles.
"Por supuesto, es tentador sentarse y no hacer nada… pero entonces nunca aprenderé nada nuevo y además, estar a solas sin amigos es aburrido – ¡qué terrible! Solo por no querer tolerar a otros. "¡No! ¡No! ¡No!", exclamó Pequeña Flor de Loto, '¡Tengo en mí todo lo que necesito para salir de este turbio y aburrido mundo!'".
El Tercer Tesoro estaba listo para ayudar. La estrella de la TOLERANCIA floreció rápidamente en su corazón y, brillando como el nácar, una bola de luz envolvió a la pequeña flor de loto y suavemente comenzó a elevarse.
Pequeña Flor de Loto se hizo mucho más fuerte, su tallo que le daba apoyo creció rápido y estaba llena de confianza. Aquellos mundos fangosos y oscuros habían quedado atrás.
Ahora, había trascendido el límite entre el agua y el aire. Pequeña Flor de Loto apareció en la superficie del misterioso Lago Mágico.
La Pequeña Flor de Loto miró su reflejo en el lago… y vio una magnífica flor con pétalos brillantes y translúcidos. Más y más flores de loto crecían a su alrededor. Cada una había seguido su propio camino y ahora mostraban su belleza única.
Y si miras de cerca, puedes ver su mirada de esperanza, como si te estuvieran diciendo:
"¡Transita bien tu propio camino!".